Es
posible que cuantitativamente los eventos de carácter social que tengan más
seguimiento sean los Juegos Olímpicos y el Mundial de Fútbol e inclusive por
encima de eventos de relevancia como lo son la entrega del Oscar, la elección
del Secretario General de la Organización de Naciones Unidas y la entrega de
los premios Nóbel. Estos últimos eventos nombrados tienen grupos selectos de
interés, en cambio estos mismos grupos forman parte de la gran masa social que
le hacen seguimiento a los máximos eventos deportivos del planeta como lo son:
Los Juegos Olímpicos y el Mundial de Fútbol, tanto es así, que los grandes
líderes de las potencias mundiales y países desarrollados, entran en una
disputa por adjudicarse la sede de estos eventos, hasta con ocho (8) años de
anticipación, para de esta manera demostrar el nivel de desarrollo de la nación
que representan.
De
igual forma, en el desarrollo de estos eventos, se puede observar una
movilización social a nivel mundial no vista en otros eventos que involucran
participación humana.
La
capacidad de convocatoria del deporte, está demostrada tanto a nivel presencial
como también directa, a través de los medios de comunicación. También podemos
observar, que ningún otro evento en el mundo tiene tanto despliegue de
seguridad como los antes mencionados.
El
axioma epistémico de las ciencias sociales, de observar al hombre como un
animal social es realmente cierto; no obstante, el hombre, por naturaleza,
también es un animal de competencia. El acto de competir le ha sido al
homosapiens útil para su sobrevivencia desde épocas remotas, el hombre ha
tenido que competir con otros seres humanos, consigo mismo y por supuesto con
los avatares de la naturaleza.
Por
otro lado se puede inferir sociológicamente, que el acto de competir es,
persé, un acto de
dominación; con esta acción social, el sujeto trata de imponer su dominio a
otros, a la naturaleza y a sí mismo, en tanto es capaz de disciplinarse para
controlar sus emociones imponiendo su capacidad racional.
Estos
principios básicos de la competencia son las bases fundamentales del deporte,
es en este sentido, que el deporte se puede concebir como un acto genuinamente
competitivo.
A
propósito la Universidad Pedagógica Experimental Libertador (UPEL), expresa:
“El
deporte es toda actividad psico-física de competencia en la cual se valoran
intensamente aspectos del orden psicológico, del orden físico y del orden
fisiológico, persiguiendo con la actividad el perfeccionamiento de las
posibilidades morfo-funcionales y psíquicas (destrezas psicomotoras complejas)
las cuales se concretaran en la superación de un registro (record) de sí mismo
o de un contrincante, siempre con atención a las normas y/o reglamentos que
delimitan el desempeño.” [1]
La
actividad física también ha acompañado al ser humano desde sus inicios,
evidentemente ha evolucionado desde su escenario rudimentario al que en la
actualidad observamos impregnado de modernismo.
La
actividad física en general y el deporte en especial, pueden observarse en un
sentido amplio como actos que van más allá de la mera exposición corporal, son
en sí, actividades humanas de desarrollo integral, en donde la racionalidad y
el desarrollo de la conciencia del individuo son fundamentales para alcanzar
niveles óptimos de competitividad. En este sentido, la educación física
(instrumento académico del deporte), desde la perspectiva del Dr. Kano[2]
(1882), expresa que existen tres áreas que ayudan al desarrollo, éstas son:
cuerpo, carácter e intelecto. “El
cuerpo”, escribió: “es el
instrumento que se usa para el propósito de la vida, sin el cual no existe
nada”. A través de estas palabras se puede apreciar la relevancia que se le
concede al estado físico como medio para aprender el significado de la
existencia.
Asimismo
el Dr. Kano expresa: “que para la
realización de una vida en su totalidad es imperativo que se desarrolle el
intelecto y el intelecto ayuda enormemente a la construcción y desarrollo del
carácter.”[3]
Esta
convicción académicamente argumentada, obliga a la presunción universal, de que
el deporte es una actividad única y exclusivamente humana.
Partiendo
de la última presunción se origina otra, que consiste en aprehender al deporte
como un instrumento vital para el proceso de socialización del hombre, en otras
palabras debe asumirse el deporte como una institución social. Las
argumentaciones precedentes de asumir al deporte como un acto racional y
efectivamente científico colocan de forma deficiente el refrán popular “te lo
tomas deportivamente”, lo cual demuestra una ignorancia del imaginario
colectivo sobre el etos de la actividad deportiva que sugiere más
responsabilidad que la que presume la expresión popular.
La
dimensión científica del deporte es asumida por el Instituto Nacional del
Deportes (IND) de Venezuela, cuando determina que: “por medio de las ciencias aplicadas al deporte se persigue la
utilización del método científico, para detección y posible solución de
problemas encontrados en el proceso técnico-metodológico-biológico-científico
de la preparación deportiva.”[4]
Entre
las distintas manifestaciones del deporte se encuentra el deporte de alto
rendimiento, que se concibe como aquel practicado por atletas de alto nivel
competitivo, formado bajo la sistematización y rigurosidad de las ciencias
aplicadas al deporte, a fín de emprender objetivos dirigidos a la consecución
de récords o ranking de carácter regional, nacional e internacional.
[1]UPEL. “Educación Física, Deporte y Recreación.
Volumen I”. Ediciones de la Universidad Pedagógica
Experimental Libertador. 1990. Pág. 23.
[2]KANO, Jigoro. Fundador del Judo. 1860-1938
[4]INSTITUTO NACIONAL DE DEPORTES. “Plan de Perspectivas. 2002-2003”.
Ediciones del Instituto Nacional de Deportes. Caracas, 2002. Pág. 20.
A fin de abarcar el objeto de estudio
de esta investigación, se ha organizado estructuralmente de la siguiente
manera: un primer capítulo que contiene el planteamiento y formulación de los
objetivos de investigación, la justificación e importancia con lo cual se
pretende la precisión exacta de las variables que integran el estudio o
fenómeno de interés.
Un
segundo capítulo, integrado por el marco histórico referencial, lo cual permite
un análisis de la historia del deporte a través de la sociología.
Así
mismo, se encuentra un tercer capítulo que comprende el marco teórico integrado
por: los antecedentes de la investigación, las bases teóricas, basamentos
legales y el mapa de variables, en esta parte, se enfoca al deporte con un
carácter sociológico paradigmático desde la perspectiva Weberiana de la acción
social, pasando por la relación del deporte, con la cultura y los símbolos.
Se
prosigue con un cuarto capítulo, en donde se manifiestan el tipo de
investigación, la forma como se abarcó metodológicamente el estudio, el
instrumento y las técnicas utilizadas, además del análisis de los resultados.
La
esencia dinámica de la investigación por su misma naturaleza con llevó a la
construcción de un quinto capítulo, que consiste en una propuesta o
recomendación dirigida a solventar la situación planteada.
Posteriormente
se presenta un cuerpo de conclusiones que están íntimamente relacionadas con la
consecución de los objetivos de la investigación.
Para
finalizar, es de suma importancia expresar, que este estudio tiene como
objetivo fundamental, reivindicar una de las áreas más desnudas del estudio
sociológico, haciendo un aporte al desarrollo teórico, epistémico y
metodológico de la sociología del deporte.